Banana oatmeal bread (bizcocho de avena y plátano)

Adoro la avena. Cuando era niña mi madre nos hacía atole  (del náhuatl, significa aguado) de avena para desayunar. Cómo su nombre lo indica, se trata de una especie de crema o puré pero más aguada. Me fascinaba su sabor y disfrutaba buscando los copos de avena en el fondo del plato... En mi país, México, comemos infinidad de atoles... pero eso es un capítulo aparte. En el futuro seguro habrá en el blog una etiqueta dedicada a ellos. Esta vez mi intención era sólo contaros como nació mi afición por este maravilloso cereal. Esta es la razón por la que siempre hay una caja de avena en casa y, como es tan versátil, me gusta usarlo en recetas de todo tipo, como este delicioso bizcocho que, al incorporar también plátano me resultó irresistible. Espero que a vosotros también! Para esta receta me inspiré en la publicada en el blog For the love of cooking.

Ingredientes:

160 g de harina (parte de ella puede ser integral)

70 g de azúcar

70 g de azúcar moreno*

1 1/2 cucharaditas de levadura royal

1/4 cucharadita de bicarbonato

1/4 cucharadita de sal

1 1/2 cucharaditas de canela molida

75 g de copos de avena

2 plátanos maduros (machacados)

110 g de queso fresco batido (la receta ponía buttermilk)

65 g de aceite de girasol

1 1/4 cucharaditas de extracto de vainilla

2 huevos grandes

* Si queréis aligerar la receta podéis disminuir un poco la cantidad de azúcar, ya que los plátanos le aportan bastante dulzor.

Elaboración:

Es de lo más sencillo. Primero que nada precalentamos el horno a 175º. Engrasamos un molde de cake y reservamos. Aparte, combinamos los ingredientes secos (harina, levadura, bicarbonato, sal y canela) y reservamos. Mezclamos el aceite y el azúcar. Añadimos los huevos uno a uno y a continuación el extracto de vainilla. A continuación añadimos la avena, los plátanos y el queso y batimos un poco hasta que se integren bien todos los ingredientes, pero sin batir en exceso. Por último añadimos los ingredientes secos. Batimos un poco y si es necesario terminamos de combinar la harina con una espátula. Echamos la mezcla en el molde y horneamos durante unos 45 minutos aproximadamente. Sacamos, dejamos enfriar sobre una rejilla, durante unos diez minutos y, pasado este tiempo, desmoldamos y dejamos sobre la rejilla hasta que se enfríe  por completo.