miércoles, 30 de noviembre de 2011

Galletitas otoñales de mantequilla y almendra

La cocina viva


Mi hija siempre me está diciendo que hagamos galletas. Disfruta muchísimo ayudándome a prepararlas, sobre todo le encanta la fase de darles forma. Y a mi me encanta compartir con ella esos momentos. Sin embargo, no siempre es fácil encontrar el momento, no tanto por causa mía, sino por su apretada agenda de chica de primero de la ESO que además es deportista consumada.  Una vez que ya coincidimos en tiempo y ganas, nos ponemos manos a la obra a preparar esta receta básica de galletas, con la intención de que sea ésta la base de unas futuras galletas decoradas de cara a la Navidad. La receta la tomé del libro "Imprescindible" que acompaña a la Thermomix 31, sólo reduje la cantidad de almendra. Son sencillas y deliciosas y podemos decorarlas a nuestro gustos. Nosotros cubrimos algunas con chocolate pero sinceramente no eran muy fotogénicas.

Ingredientes:

70 g de almendra cruda molida
300 g de harina de repostería
170 g de mantequilla a temperatura ambiente
1 huevo
130 g de azúcar

Elaboración:

Ponemos todos los ingredientes en un recipiente adecuado y amasamos. Yo lo hice con la thermomix y se hace en unos 20 segundos a velocidad seis. También se puede hacer con una batidora con accesorio para amasar. Es una masa que no necesita mucho amasado, como la masa quebrada que se utiliza para las tartas rellenas, quiches... Una vez amasada, formamos una bola y envolvemos en film transparente y la metemos en el frigorífico durante unos 15 minutos. Pasado este tiempo estiramos la masa con la ayuda de un rodillo. Hay que darle un grosor de aproximadamente medio centímetro. Con la ayuda de un cortapastas vamos dándoles forma y las colocamos en una bandeja del horno cubierta con papel de hornear. Las horneamos durante unos 15 o 20 minutos a 170º.
Mientras sale la primera hornada podemos estirar la masa que nos va sobrando sobre papel del horno e introducirla unos cinco minutos al frigorífico. Cuando la saquemos nos será más fácil cortarla.

La cocina viva

jueves, 24 de noviembre de 2011

Cinnamon Chocolate Bundt Cake (Bizcocho de chocolate y canela)


Sé que me vais a decir que estoy un poco pesada con los Bundt... Y tenéis razón! Pero antes de cambiar de registro, de verdad que pienso hacerlo, no he podido resistirme a preparar y publicar esta exquisita receta. Sin duda canela y chocolate son dos ingredientes que se llevan. La receta la vi en el blog The Food Librarian.
Normalmente paso a gramos las cantidades que aparecen en "tazas", en las recetas americanas. Esta vez no lo he hecho, pero supongo que no habrá problema ya que cualquier "cocinillas" que se precie tiene en su casa un juego de tazas medidoras.

Ingredientes:

1 taza de agua
1/2 taza de aceite vegetal (yo usé de girasol)
1/2 taza de mantequilla
1/4 de taza de cacao en polvo
2 tazas de harina
2 tazas de azúcar (yo usé 1 1/2)
1/2 cucharadita de sal
1 1/2 cucharadita de canela molida
1/2 taza de buttermilk*
1 cucharadita de bicarbonato
2 huevos grandes
1 cucharadita de extracto de vainilla


Elaboración:

Precalentar el horno a 185º, engrasar un molde de Bundt.
En una una olla apropiada llevamos a ebullición el agua, el aceite, la mantequilla y el cacao. Mezclamos bien y dejamos enfriar. Aparte, mezclamos los ingredientes secos (harina, azúcar, sal y canela. Agregamos la mezcla que contiene el chocolate y batimos hasta que se hayan integrado bien todos los ingredientes. Añadimos el buttermilk y el bicarbonato y mezclamos.
Aparte batimos los huevos junto con la vainilla y añadimos al preparado anterior. Mezclamos bien para que se integren bien los ingredientes.
Vaciamos la masa en el molde y horneamos durante unos 35 minutos. Antes de sacarlo comprobamos con una brocheta que esté bien cocido. Si sale limpia, estará listo. Sacamos, dejamos enfriar durante al menos 15 minutos y desmoldamos. Si queréis espolvorear con azúcar glass, yo no lo hice.

* Si no encontráis buttermilk lo podéis preparar echando una cucharada de zumo de limón o vinagre a una taza de leche entera. Dejamos reposar unos 15 minutos.

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jueves, 17 de noviembre de 2011

Bizcocho de mascarpone y Baileys

La cocina viva

Como tenía una tarrina de mascarpone en el frigorífico, me dedique a buscar una receta que lo incorporara entre sus ingredientes. Así, me encontré con esta receta en la web de Thermomix. Como soy una fanática del Baileys, suelo tenerlo en casa para tomarme una copita de vez en cuando así que, cuando vi que la receta llevaba ambos ingredientes, no me lo pensé dos veces. Tiene que estar delicioso, me dije. Y no me equivoqué. Es un bizcocho sencillo, esponjoso y delicioso. Os aseguro que no os arrepentiréis si os decidís a prepararlo.

Ingredientes:

Para el bizcocho
4 huevos
200 g de azúcar
1 tarrina de queso mascarpone
100 g de baileys
70 g de aceite de girasol
200 g de harina
1 sobre de lavadura Royal

Cobertura de chocolate

150 g de chocolate de cobertura
4 cucharadas de nata
1 cucharada de mantequilla


Elaboración:

Precalentar el horno a 180º. Separar las claras de las yemas y montarlas. Reservamos. Aparte batimos las yemas, el azúcar y el queso mascarpone, a velocidad media. Batimos durante dos o tres minutos y el aceite y a continuación el Baileys. Seguidamente añadimos la harina y la levadura. Batimos hasta que se integren bien los ingredientes. Por último incorporamos las claras montadas y mezclamos con una espátula. Hay que hacerlo con cuidado para que no se bajen y el bizcocho nos quede muy esponjoso. Pasamos al molde y horneamos durante unos 45 minutos. Antes de sacarlo, no olvidaros de hacer la prueba de la brocheta. Dejamos enfriar

Para hacer la cobertura fundimos primero el chocolate, añadimos la nata y la mantequilla y batimos muy bien para que se integren bien los ingredientes y evitar que se formen grumos.  Cubrimos el bizcocho a nuestro gusto.


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La coina viva

martes, 15 de noviembre de 2011

Cream cheese and lemon bundt cake


La cocina viva

Hace unas semanas me enteré de que el 15 de noviembre se celebraba en los Estados Unidos el National Bundt Day, es decir el día del Bundt, mi cake favorito. Así que me dije: Ese día publicas uno seguro! Sin embargo, de repente hoy, al revisar mi Blogger, me doy cuenta de que hoy precisamente es el día! En fin, que me ha pillado por sorpresa pero, casualmente con un Bundt cake en el horno! Así que heme aquí, a contrareloj, preparando la entrada para el día de hoy. Estoy segura que hoy el mundo de los blogs se verá repleto de deliciosos Bundt, lo cual nos da una idea de la importancia de este delicioso y versátil bizcocho.

La verdad es que he elegido esta receta más que nada porque tenía tres tarrinas de queso philadelphia en el frigorífico y había que empezar a utilizarla. Investigando en la web, llegue a la página de Williams-Sonoma y allí encontré esta maravilla. La receta en la que me inspiré se llama Cream Cheese Pound Cake with Lime Glaze pero yo la he hecho a mi manera porque, entre otras razones, soy incapaz de echarle tres tazas de azúcar (unos 600 g). Sé que se trata de un postre y no es que pretenda hacerlo light ni mucho menos pero, 600 g!!!! En fin, que sí queréis hacer el original no tenéis más que acudir a dicha página, pero también os digo que mi versión no está nada mal.

Ingredientes:

450 g de harina de repostería
1/4 de cucharadita de bicarbonato
1/4 de cucharadita de sal
250 g de mantequilla sin sal
1 tarrina de 200 g de queso crema philadelphia
350 g de azúcar
5 huevos XL
1 cucharadita de extracto de vainilla
5 cucharaditas de zumo de limón
2 cucharaditas de ralladura de limón

Glaseado 
El zumo de un limón
7 cucharaditas de azúcar glass


Elaboración:

Precalentar el horno a 160º. Engrasar un molde Bundt. Mezclar y tamizar los ingredientes secos (harina, bicarbonato y sal). Aparte, en un recipiente apropiado ponemos la mantequilla y el queso. Es importante que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente. Así que no hay que olvidar sacarlos del frigorífico con antelación. Batimos a velocidad media hasta que veamos que se han integrado bien ambos ingredientes. Bajar con la espátula la mezcla que se adhiera a las paredes del recipiente. Poco a poco vamos añadiendo el azúcar y batimos durante unos cinco minutos. Bajamos la velocidad y vamos añadiendo los huevos uno a uno. A continuación, incorporamos la vainilla y el zumo de limón. En este punto, añadimos el harina en tres veces. No echar otro tercio hasta que se haya mezclado bien el anterior.

Finalmente echamos la ralladura de limón y mezclamos con una espátula de silicona. Echamos la mezcla en el molde distribuyéndola bien por todo el molde. Horneamos durante una hora aproximadamente. No olvidar pinchar con una brocheta para comprobar la cocción, a partir de los 40 o 45 minutos. Cuando salga limpia estará listo. Sacamos, dejamos enfriar sobre una rejilla y pasados unos diez minutos, desmoldamos. Cuando esté completamente frío pincelamos con el glaseado. Para prepararlo, sólo hay que mezclar el azúcar con el zumo de limón.

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sábado, 12 de noviembre de 2011

Otro pan para el desayuno


La cocina viva



La receta básica de este pan de molde o pan inglés, la vi por primera vez en el blog de mi amiga Circe y, desde entonces, me he aficionado a este tipo de pan para acompañar el desayuno, mi comida favorita. Pero, como soy enemiga de la rutina, siempre estoy introduciendo modificaciones para no aburrirme: Añadir más azúcar, cambiarla por miel de abeja, echar mantequilla, harina integral... Este que os presento a continuación es una de esas variaciones.



Ingredientes:

200 g de harina de espelta integral (El Amasadero)
300 g de harina de repostería
350 ml de leche entera (templada)
12 g de levadura fresca de panadería
Unos 5 o 10 g de sal
Un huevo grande
30 g de azúcar
30 g de mantequilla (temp. ambiente)


Elaboración:

Mezclar la levadura con la leche templada, hasta que se disuelva por completo. A continuación añadimos el resto de los ingredientes a excepción de la mantequilla. Amasamos (en amasadora) durante unos cinco minutos. Dejamos reposar unos 10 minutos. Pasado el tiempo volvemos a amasar durante unos tres minutos y vamos añadiendo la mantequilla poco a poco. Pasamos la masa a un recipiente apropiado, tapamos y dejamos reposar durante una hora aproximadamente para que fermente. Como ya sabéis el tiempo puede variar dependiendo de la temperatura ambiente. A continuación amasamos de nuevo para sacar el aire y le damos forma. En este caso yo la estiré hasta obtener una cuerda de unos 45 cm. Introducimos la masa en un molde previamente engrasado ( de unos 35 cm), doblando los extremos hacia lados opuestos (forma de S). Tapamos con un paño limpio y dejamos reposar unos 45 minutos o hasta que la masa ocupe un 70 por ciento del molde. Pincelamos la superficie con leche o huevo batido e introducimos al horno precalentado a 180º. Horneamos durante unos 30 o 40 minutos. Sacamos, dejamos  enfriar sobre una rejilla y pasados unos 15 minutos desmoldamos.









jueves, 10 de noviembre de 2011

Bizcocho de diario



La cocina viva
 
Le he llamado así a este bizcocho porque no tiene ningún ingrediente especial. Tampoco tiene ninguna cobertura súper calórica y deliciosa, que hacemos para esas ocasiones especiales. Este bizcocho no tiene muchas pretensiones, simplemente acompañar cualquier desayuno o merienda. Sin embargo, el que sea sencillo no significa que no sea delicioso y mucho menos si empleamos materia prima de buena calidad. He de confesar que mi hijo pequeño, goloso empedernido, me dijo, con esa sinceridad propia de la infancia: "ese bizcocho no sabe a nada". Sin embargo para aquellos que, como a mi, os gusta el dulce pero sin llegar a lo empalagoso, es ideal.

Ingredientes:

200 g de mantequilla (temperatura ambiente)
250 g de azúcar
4 huevos grandes
250 g de queso quark (el del Lidl)
400 g de harina de repostería
1 cucharadita de levadura
1/2 cucharadita de bicarbonato
1 o 2 cucharaditas de extracto de vainilla

Preparación:

Encendemos el horno a 180 grados. Engrasamos un molde de unos 24 centímetros. Tamizamos y mezclamos los ingredientes secos (harina, levadura y bicarbonato). Aparte, batimos la mantequilla hasta que esté suave y cremosa, entonces añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta que se hayan incorporado bien ambos ingredientes. A continuación añadimos el extracto de vainilla y luego los huevos uno a uno. Finalmente añadimos los ingredientes secos en tres partes, alternándolos con el queso quark. Un tercio de la harina, la mitad del queso... Verter la masa en el molde y horneamos durante unos 40-45 minutos. Antes de sacarlo pinchamos con una brocheta, si sale limpia es que está listo. Dejamos enfriar sobre una rejilla durante unos 10 minutos y desmoldamos.


La cocina viva

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sábado, 5 de noviembre de 2011

Kugelhopf


Vi por primera vez este bizcocho-pan en el blog de Hilmar y quedé prendada de él. La verdad es que esto me sucede con la inmensa mayoría de las recetas que publica esta maravilla de mujer. Así que he tomado prestada su receta y he introducido cambios mínimos.

Es justo el tipo de pan que me fascina, dulce sin llegar a empalagar. El perfecto acompañante para una bebida caliente en una fría tarde otoñal. Me lo imagino sobre una soberbia mesa de madera en una gran cocina con chimenea del norte de Europa, donde tiene su origen y múltiples variantes. Aunque aquí en Andalucía las temperaturas distan mucho de las alemanas o austriacas pero, como somos más frioleros, también se apetece.

Este pan tiene la apariencia de un bizcocho, pero no lo es, pues se hace con levadura de panadería. De hecho, la primera vez que lo hice puse levadura de repostería y claro fue un fracaso total. En fin, supongo que echando a perder se aprende, como dice el dicho. Sin embargo, esta vez sí que ha quedado rico y con la miga en su punto, según mi humilde opinión, claro.

Para elaborar este pan empezamos preparando un prefermento (esponja)

Ingredientes:

Esponja
1/2 taza de leche tibia
12 g de levadura fresca prensada*
100 g de harina todo uso

Bizcocho
200 g de harina
la ralladura de un limón
1 cucharadita de extracto de vainilla
2 yemas
3 cdas de azúcar (yo puse 90 g)
1/2 cdita de sal
90 g de mantequilla
65 g de pasas
40 g de almendras o nueces picaditas (yo puse nueces)
Almendras fileteadas para el molde
Un chorrito de brandy


Preparación:

Primero ponemos a macerar las pasas en el brandy, cuidando de cubrirlas bien. Cuanto más tiempo las dejemos, mejor será el resultado. Para la esponja, mezclamos la levadura con la leche y batimos hasta que se disuelva bien. Agregamos la harina y mezclamos bien. Cubrimos y dejamos reposar una media hora para que fermente.

Aparte, batimos la mantequilla con el azúcar y la sal, hasta obtener una mezcla suave y esponjosa. A continuación agregar la ralladura de limón y el extracto de vainilla, sin dejar de batir. Añadimos las yemas una a una y después el prefermento. Mezclamos bien hasta que se integren todos los ingredientes.

Colamos las pasas y añadimos una cucharada del licor que las contenía a la masa.  En seguida añadimos la harina. Mezclamos bien y dejamos reposar unos 10 minutos. Pasado el tiempo volvemos a amasar y añadimos las pasas y las nueces. Pasamos la mezcla a un bol engrasado con mantequilla. Tapamos y dejamos reposar 20 minutos. Mientras tanto, preparamos el molde. Lo engrasamos con mantequilla y distribuimos las almendras fileteadas por el interior.




Transferimos la masa al molde. Tapamos y dejamos levar hasta que doble su volumen.





Introducimos al horno precalentado a 175º, durante unos 40 minutos. Dejamos enfriar sobre una rejilla y desmoldamos pasados unos 15 minutos. Espolvorear con azúcar glass.






Antes de espolvorear con azúcar glass

La textura de la miga, indescriptible!


viernes, 4 de noviembre de 2011

Pumkin Pie (Tarta de calabaza)


La cocina viva

Hay tantas recetas típicas para estas fechas, que era difícil elegir una. Me he decidido por el Pumkin Pie, más que nada porque tenía muchas ganas de usar la calabaza en alguna receta, sobre todo ahora que es posible encontrarla en las fruterías. Adoro el color naranja de la calabaza y cuando lo aporta a alguna receta, me es imposible resistirme.

Aunque esta entrada estaba pensada para celebrar Halloween, al final me ha sido imposible publicarla el día 31, como me hubiese gustado. Durante el puente, con lo niños todo el día en casa, no me ha resultado fácil encontrar el momento. En fin, de todas formas me parece que esta tarta es más típica del día de acción de gracias (tercer jueves de noviembre), que de Halloween...

Me parece que este es el tipo de tartas es de las que fascina o deja indiferente a partes iguales. A mi me ha encantado, tanto que me era difícil abstenerme de dar paseos a la cocina en busca de una "probadita", luego otra... Sin embargo, mi hija y mi marido no parecían demasiado entusiasmados, tengo que reconocerlo.

Una cosa más que me gustaría destacar, y no me enrollo más, es la calidad del molde que utilicé. Es de Nordicware y viajo conmigo desde USA. Es estupendo, tanto que he podido desmoldar la tarta perfectamente, sin que se rompiera por ninguna parte. Además, si lo queremos dejar en el molde, viene con una tapa. ¿ A que es guapo?

Ingredientes:

Para la masa quebrada*

350 g de harina de repostería
130 g de mantequilla bien fría en trozos pequeños
70 g de agua muy fría
1 pizca de sal
1 cucharada de azúcar
1 cucharadita de levadura química

* He utilizado la receta del Libro que viene con la thermomix

Ingredientes

Para el relleno*

3 huevos
1 1/2 cucharaditas de canela
3/4 de cucharadita de jengibre
1/4 de cucharadita de nuez moscada
1/4 de cucharadita de clavo molido*
150 ml de nata
150 ml de leche entera
175 g de azúcar moreno integral (light brown sugar)
450 g de puré de calabaza

* Para el relleno me he basado en la receta de El Rincón de Bea


Preparación:

Se vierten todos los ingredientes en el vaso y se programa la thermomix 15 segundos, velocidad 6. La masa tendrá el aspecto de arena gruesa. Formamos una bola, la introducimos en una bolsa de plástico y la metemos en el frigorífico durante una media hora. Para quienes no tengan esta maravilla de máquina, pueden hacerlo manualmente o con una batidora de vaso. Pasado este tiempo, estiramos la masa con un rodillo hasta que el tamaño sea suficiente para cubrir un molde de 24 centímetros. Engrasamos el molde, cubrimos con la masa, cuidando de que se adhiera bien a las paredes del molde. Cortamos la masa sobrante de los bordes y con los dedos índice y medio, formamos las clásicas ondas de las tartas rellenas. Con la masa sobrante podemos, ayudándonos con un cortapastas, hacer unas figuras para poner en la superficie. Yo le puse unas hojas de arce.

Preparación del relleno

Primero que nada se asa o se cuece al vapor la calabaza. Yo la he asado en el horno durante unas dos horas a 150 grados. Esto es mejor hacerlo el día anterior.
Aparte, batimos los huevos y añadimos las especias (yo no le he puesto clavo). Sin dejar de batir añadimos la leche, la nata y el azúcar, hasta que se integren bien todos los ingredientes. Bea sugiere colar la mezcla pero yo no lo he hecho. Además, para la próxima creo que voy a prescindir de la leche y echar sólo nata para que, después de hornear quede más consistente.
Calentamos esta mezcla durante unos 9 minutos a fuego lento, con cuidado de que no hierva ni espese ( En tmx 9 min., 60º, vel. 1).
Por último añadimos el puré de calabaza, mezclamos bien y vertemos en el molde con la masa quebrada. Horneamos a 180 grados durante unos 40 minutos. Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla durante unas 2 horas.





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