Hay tantas recetas típicas para estas fechas, que era difícil elegir una. Me he decidido por el Pumkin Pie, más que nada porque tenía muchas ganas de usar la calabaza en alguna receta, sobre todo ahora que es posible encontrarla en las fruterías. Adoro el color naranja de la calabaza y cuando lo aporta a alguna receta, me es imposible resistirme.
La cocina viva |
Hay tantas recetas típicas para estas fechas, que era difícil elegir una. Me he decidido por el Pumkin Pie, más que nada porque tenía muchas ganas de usar la calabaza en alguna receta, sobre todo ahora que es posible encontrarla en las fruterías. Adoro el color naranja de la calabaza y cuando lo aporta a alguna receta, me es imposible resistirme.
Aunque esta entrada estaba pensada para celebrar Halloween, al final me ha sido imposible publicarla el día 31, como me hubiese gustado. Durante el puente, con lo niños todo el día en casa, no me ha resultado fácil encontrar el momento. En fin, de todas formas me parece que esta tarta es más típica del día de acción de gracias (tercer jueves de noviembre), que de Halloween...
Me parece que este es el tipo de tartas es de las que fascina o deja indiferente a partes iguales. A mi me ha encantado, tanto que me era difícil abstenerme de dar paseos a la cocina en busca de una "probadita", luego otra... Sin embargo, mi hija y mi marido no parecían demasiado entusiasmados, tengo que reconocerlo.
Una cosa más que me gustaría destacar, y no me enrollo más, es la calidad del molde que utilicé. Es de Nordicware y viajo conmigo desde USA. Es estupendo, tanto que he podido desmoldar la tarta perfectamente, sin que se rompiera por ninguna parte. Además, si lo queremos dejar en el molde, viene con una tapa. ¿ A que es guapo?
Ingredientes:
Para la masa quebrada*
350 g de harina de repostería
130 g de mantequilla bien fría en trozos pequeños
70 g de agua muy fría
1 pizca de sal
1 cucharada de azúcar
1 cucharadita de levadura química
* He utilizado la receta del Libro que viene con la thermomix
Ingredientes
Para el relleno*
3 huevos
1 1/2 cucharaditas de canela
3/4 de cucharadita de jengibre
1/4 de cucharadita de nuez moscada
1/4 de cucharadita de clavo molido*
150 ml de nata
150 ml de leche entera
175 g de azúcar moreno integral (light brown sugar)
450 g de puré de calabaza
* Para el relleno me he basado en la receta de El Rincón de Bea
Preparación:
Se vierten todos los ingredientes en el vaso y se programa la thermomix 15 segundos, velocidad 6. La masa tendrá el aspecto de arena gruesa. Formamos una bola, la introducimos en una bolsa de plástico y la metemos en el frigorífico durante una media hora. Para quienes no tengan esta maravilla de máquina, pueden hacerlo manualmente o con una batidora de vaso. Pasado este tiempo, estiramos la masa con un rodillo hasta que el tamaño sea suficiente para cubrir un molde de 24 centímetros. Engrasamos el molde, cubrimos con la masa, cuidando de que se adhiera bien a las paredes del molde. Cortamos la masa sobrante de los bordes y con los dedos índice y medio, formamos las clásicas ondas de las tartas rellenas. Con la masa sobrante podemos, ayudándonos con un cortapastas, hacer unas figuras para poner en la superficie. Yo le puse unas hojas de arce.
Preparación del relleno
Primero que nada se asa o se cuece al vapor la calabaza. Yo la he asado en el horno durante unas dos horas a 150 grados. Esto es mejor hacerlo el día anterior.
Aparte, batimos los huevos y añadimos las especias (yo no le he puesto clavo). Sin dejar de batir añadimos la leche, la nata y el azúcar, hasta que se integren bien todos los ingredientes. Bea sugiere colar la mezcla pero yo no lo he hecho. Además, para la próxima creo que voy a prescindir de la leche y echar sólo nata para que, después de hornear quede más consistente.
Calentamos esta mezcla durante unos 9 minutos a fuego lento, con cuidado de que no hierva ni espese ( En tmx 9 min., 60º, vel. 1).
Por último añadimos el puré de calabaza, mezclamos bien y vertemos en el molde con la masa quebrada. Horneamos a 180 grados durante unos 40 minutos. Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla durante unas 2 horas.
Me parece que este es el tipo de tartas es de las que fascina o deja indiferente a partes iguales. A mi me ha encantado, tanto que me era difícil abstenerme de dar paseos a la cocina en busca de una "probadita", luego otra... Sin embargo, mi hija y mi marido no parecían demasiado entusiasmados, tengo que reconocerlo.
Una cosa más que me gustaría destacar, y no me enrollo más, es la calidad del molde que utilicé. Es de Nordicware y viajo conmigo desde USA. Es estupendo, tanto que he podido desmoldar la tarta perfectamente, sin que se rompiera por ninguna parte. Además, si lo queremos dejar en el molde, viene con una tapa. ¿ A que es guapo?
Ingredientes:
Para la masa quebrada*
350 g de harina de repostería
130 g de mantequilla bien fría en trozos pequeños
70 g de agua muy fría
1 pizca de sal
1 cucharada de azúcar
1 cucharadita de levadura química
* He utilizado la receta del Libro que viene con la thermomix
Ingredientes
Para el relleno*
3 huevos
1 1/2 cucharaditas de canela
3/4 de cucharadita de jengibre
1/4 de cucharadita de nuez moscada
1/4 de cucharadita de clavo molido*
150 ml de nata
150 ml de leche entera
175 g de azúcar moreno integral (light brown sugar)
450 g de puré de calabaza
* Para el relleno me he basado en la receta de El Rincón de Bea
Preparación:
Se vierten todos los ingredientes en el vaso y se programa la thermomix 15 segundos, velocidad 6. La masa tendrá el aspecto de arena gruesa. Formamos una bola, la introducimos en una bolsa de plástico y la metemos en el frigorífico durante una media hora. Para quienes no tengan esta maravilla de máquina, pueden hacerlo manualmente o con una batidora de vaso. Pasado este tiempo, estiramos la masa con un rodillo hasta que el tamaño sea suficiente para cubrir un molde de 24 centímetros. Engrasamos el molde, cubrimos con la masa, cuidando de que se adhiera bien a las paredes del molde. Cortamos la masa sobrante de los bordes y con los dedos índice y medio, formamos las clásicas ondas de las tartas rellenas. Con la masa sobrante podemos, ayudándonos con un cortapastas, hacer unas figuras para poner en la superficie. Yo le puse unas hojas de arce.
Preparación del relleno
Primero que nada se asa o se cuece al vapor la calabaza. Yo la he asado en el horno durante unas dos horas a 150 grados. Esto es mejor hacerlo el día anterior.
Aparte, batimos los huevos y añadimos las especias (yo no le he puesto clavo). Sin dejar de batir añadimos la leche, la nata y el azúcar, hasta que se integren bien todos los ingredientes. Bea sugiere colar la mezcla pero yo no lo he hecho. Además, para la próxima creo que voy a prescindir de la leche y echar sólo nata para que, después de hornear quede más consistente.
Calentamos esta mezcla durante unos 9 minutos a fuego lento, con cuidado de que no hierva ni espese ( En tmx 9 min., 60º, vel. 1).
Por último añadimos el puré de calabaza, mezclamos bien y vertemos en el molde con la masa quebrada. Horneamos a 180 grados durante unos 40 minutos. Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla durante unas 2 horas.
La cocina viva |
En mi casa sí nos ha gustado el pumkin pie, pero reconozco que tiene un sabor especial. Además te ha quedado con una presencia fantástica.
ResponderEliminarUn abrazo