La cocina viva |
Le he llamado así a este bizcocho porque no tiene ningún ingrediente especial. Tampoco tiene ninguna cobertura súper calórica y deliciosa, que hacemos para esas ocasiones especiales. Este bizcocho no tiene muchas pretensiones, simplemente acompañar cualquier desayuno o merienda. Sin embargo, el que sea sencillo no significa que no sea delicioso y mucho menos si empleamos materia prima de buena calidad. He de confesar que mi hijo pequeño, goloso empedernido, me dijo, con esa sinceridad propia de la infancia: "ese bizcocho no sabe a nada". Sin embargo para aquellos que, como a mi, os gusta el dulce pero sin llegar a lo empalagoso, es ideal.
Ingredientes:
200 g de mantequilla (temperatura ambiente)
250 g de azúcar
4 huevos grandes
250 g de queso quark (el del Lidl)
400 g de harina de repostería
1 cucharadita de levadura
1/2 cucharadita de bicarbonato
1 o 2 cucharaditas de extracto de vainilla
Preparación:
Encendemos el horno a 180 grados. Engrasamos un molde de unos 24 centímetros. Tamizamos y mezclamos los ingredientes secos (harina, levadura y bicarbonato). Aparte, batimos la mantequilla hasta que esté suave y cremosa, entonces añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta que se hayan incorporado bien ambos ingredientes. A continuación añadimos el extracto de vainilla y luego los huevos uno a uno. Finalmente añadimos los ingredientes secos en tres partes, alternándolos con el queso quark. Un tercio de la harina, la mitad del queso... Verter la masa en el molde y horneamos durante unos 40-45 minutos. Antes de sacarlo pinchamos con una brocheta, si sale limpia es que está listo. Dejamos enfriar sobre una rejilla durante unos 10 minutos y desmoldamos.
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Me parece exquisito!! Esto para la merienda debe ser una maravilla.
ResponderEliminarun beso,