Obviamente no es el primer pan que hago, aunque sí el primero que publico en el blog. Hago pan todas las semanas, la gran mayoría basándome en las recetas de mi amiga panadera Circe de Un pedazo de pan. Así pues, aunque me salen ricos y guapos, sobre todo los de leche, soy consciente de que aún me falta mucho por aprender, así que tenía un poco de reparo de publicar una receta de pan, habiendo tantas y tan buenas por allí.
Sin embargo, hace poco tuve la suerte de pasar 48 horas con la querida amiga a la que dedico este post y, como podéis imaginar, 48 horas dan para mucha charla entre dos mujeres: de la vida, de los hijos...y, por supuesto, de pan. Ella me dio unos cuantos consejos sobre el amasado, el formado, la harina y la cocción. Algunos los he puesto en practica en la elaboración de este pan y el resultado ha sido, por fin, un pan de miga más esponjosa, no tan planos (aunque ricos) como me salían hasta ahora. Algunos de estos consejos han sido: poner el pan en la bandeja caliente (antes lo metía sobre la bandeja) y, en lugar de meter un cuenco con agua al encender el horno, lo que hice fue echar un chorro de agua sobre otra bandeja que, al estar caliente, provocó que se formara mucho vapor al momento de introducir el pan en el horno.
Ingredientes:
350 gr de harina de fuerza blanca
150 gr de harina integral
10 gr de levadura fresca prensada
325 ml de agua
1 cucharadita de sal
Ingredientes:
350 gr de harina de fuerza blanca
150 gr de harina integral
10 gr de levadura fresca prensada
325 ml de agua
1 cucharadita de sal
Lo he amasado en Thermomix durante unos cinco minutos y ha fermentado primero durante 90 minutos y luego durante otros 60 (hace frío en mi cocina). He precalentado el horno unos 15 minutos a 225 grados. Posteriormente lo he horneado a 200 grados durante unos 45 minutos. El resultado ha sido un pan suave y esponjoso.
¡Qué ilusión! Pero ... ¿qué he hecho yo para merecer esto?
ResponderEliminarMe alegro tanto de que hayas visto que tu pan ha mejorado. Yo acabo de sacar del horno uno hecho con una de las harinas que le compré a Andrés, de El Amasadero, y también estoy muy contenta.
En fin, que espero que nos queden muchas horas de charla y muchas horas que pan para compartir.